¿Habéis apagado las luces ayer secundando el apagón - protesta?
Yo sí.
Dios, que cinco minutos tan largos. Nada mejor para saber lo mucho que dependemos de la electricidad. Ya sabéis: la luz, el ordenador, la radio/tele, la lavadora, la vitrocerámica... (es que acababa de llegar a casa y estaba hambrienta...). Ya podemos ir pensando qué haremos cuando tengamos que bajar otra vez a las cavernas...
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2 comentarios:
Sí, contribuí al apagón. Y recordé las palabras que pronunció Ignacio Ramonet hace unos años en una conferencia que dio en Sevilla. De repente se fue la luz. Duró unos minutos. Cuando la luz volvió, ante el estupor de la gente, comentó que tampoco era algo tan grave. Al fin y al cabo, millones de personas en el mundo viven sin energía eléctrica ni agua potable... Fue un gran momento. Los cinco minutos del otro día me recordaron inevitablemente a ese otro momento sublime. En fin, besitos.
Es verdad amiga, tal vez vivamos ya en otro tipo de caverna sin saberlo...
Un abrazo!
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