domingo, 22 de abril de 2007

De viaje

Me va gustando este año, si. Viene cargado de viajes, de gente nueva, de proyectos cumplidos, de cosas nuevas por hacer... Después de Semana Santa en Francia, ahora me encamino hacia Londres. Y dentro de un mes, probablemente otro viaje, esta vez a China...

Pero por ahora os dejo con un atardecer sobre el río Thames, de hace un año...

martes, 17 de abril de 2007

Crónica de un viaje (de Semana Santa)

Estación 1: Roses (Girona)

y no sé si volar en el mar
o nadar en el cielo


Estación 2: Avignon


acaso fue la historia esculpiendo piedra

o la piedra

esculpiendo historia

Estación 3: Lyon

se vuelca hacia abajo

corre por las praderas

aquella ciudad estrechada

por brazos de dos ríos

amantes

domingo, 8 de abril de 2007

Errores

Todos cometemos errores. Mi error más grande fue querer demasiado.
Me duró casi seis largos años. Un año bueno, medio año de tortura, tres años de nada, un intento de vuelta, casi dos años de tránsito intentando cerrar las heridas. Nadie sabe la historia completa, probablemente ni siquiera yo. Nadie sabe las veces que me iba a la cama con el alma arrugada por el llanto. Nadie sabe que tantas y tantas veces cuando me preguntaban por cómo estaba, simplemente mentía diciendo que "muy bien".
El desamor es un proceso, no un momento. Es un golpe que te tumba sin previo aviso y que te pone encima un peso enorme que impide o dificulta el poder levantarse. Es despertarse cada mañana con un fantasma que te da golpecitos en la espalda para recordarte que todavía sigue allí, es llenar los días de muchas cosas para que pasen más rápido, es acostarse envuelta en piel de otro y despertarse en medio de la noche con lágrimas en los ojos, queriendo huir, queriendo borrar algo, aún sin saber qué exactamente. Es mantener a raya a todo aquel que intenta aproximarse, es no dejar entrar nunca dentro a aquellos que te quieren o están dispuestos a quererte, es dejar pasar oportunidades maravillosas, gente por conocer. Es morir y no poder morir. Es un vacío que late en lugar del corazón, una soledad más negra que la entrada al infierno mismo, es escibir hasta agotar todas las palabras, y menos mal que por lo menos queda eso, escribir, escribir, y escribir hasta perder la conciencia.
No pretendo ser literaria. La literatura quedó en otro lugar, en muchos poemas que escribí y no publiqué en este blog y que ahora recopilé en un poemario que a lo mejor algún día vea la luz. El tránsito. En él hasta las palabras son poco y dejan de ser tus amigas, y quizás es esto lo que intenté explicar a dos amigos, un pintor y un poeta, cuando me preguntaron por el significado de un poema, "Mujer - palabra": esa sensación de no ser más que unas palabras, unas fantasías proyectadas sobre un rostro que fue mío y que creo que la otra persona nunca vio. Necesité muchos años para entenderlo, si es que lo he entendido realmente. Ahora quiero que vengan otros tiempos, tiempos de primavera, del renacer, tiempos de mirar a los ojos de otra persona y de reconocerse en ellos. Creo que ya estoy lista.
Desearme suerte. Ojalá ocurran milagros.