El atardecer es el momento de contar uno a uno los minutos pasados del día. A veces, algunos días en los que el atardecer me parece especialmente hermoso, subo a las colinas que rodean mi barrio, a mi azotea, o a los aparcamientos del hipódromo, desierto a estas horas salvo por alguna pareja que no encuentra otro sitio, y me dedico a contemplar las variaciones de luz pintadas por el sol. Pienso en aquellos a los que quiero, en las palabras que escribí, en los momentos que desaproveché no haciendo el amor, en la música que todos los días brota de mis dedos, en todo, en nada. Me voy sólo cuando el frío empieza a apretar de nuevo acompañando a un horizonte cada vez más oscuro. Dejo atrás todo un día; el único consuelo es que al día siguiente habrá un nuevo atardecer, siempre diferente al anterior.

Muerte en Venecia

Para lo maniáticos del cine: hoy en la Sala Joaquín Turina del Centro Cultural El Monte (c/Laraña 4, Sevilla), en el ciclo "Centenario L. Visconti" se puede ver "Muerte en Venecia". Entrada libre. A las 17 y 20h. Yo iré a las 20, probablemente.

Atardecer en La Cartuja

Isla de la Cartuja, Sevilla, 14 de febrero de 2007

Metamorfoseando

Escribió Kafka una novela sobre un hombre que despertaba convertido en una cucaracha gigantesca. Escribió Roth otra sobre un hombre que con la luz del amanecer tomaba la forma de un pecho femenino (al que, por cierto, le encantaba que le acariciaran el pezón). No sé qué pensaréis vosotros, pero yo a veces creo que es peor despertarse siendo un mismo y ver en el espejo la misma cara de siempre.

(Vale, vale. Es que estoy muy cansada. El tiempo cambia como loco, y tengo muchos conciertos...)

Proyecto "La vuelta al mundo en 80 libros"

En mi barrio las calles tienen nombres de ciudades; salir a pasear por ellas es como dar la vuelta al mundo en apenas unos pasos. Dublin y Atenas se dan encuentro en la esquina, igual que Siena y Trieste; yo misma vivo en Avenida de Europa, y mi edificio está rodeado por calles que suenan a viajes: Amsterdam, París, Térmoli… Conozco alguna de estas ciudades, a otras no he tenido ocasión de visitar todavía, pero sin embargo me resultan tan familiares… Será porque las he visto aún sin verlas, a través de los ojos de otros, de aquellos que las habían fijado para siempre en las páginas de sus libros.

Algunos libros podrían transcurrir prácticamente en cualquier lugar del mundo; de hecho, hay muchísimos que ocurren en ninguna parte, o en algún lugar inventado solamente por la imaginación del escritor. Hay sin embargo obras que están vinculados de una manera especial a un sitio en concreto, una ciudad que es uno de los hilos que componen la urdimbre de lo escrito hasta tal punto que empezamos a ver esa ciudad tal como ha sido descrita, o mejor dicho, escrita, y buscamos en ella las huellas de aquello que se fijo en un papel tan frágil y tan imperecedero a la vez. ¿Acaso se puede imaginar Lisboa sin Pessoa, Praga sin Kafka, Dublin sin Joyce?

Al viajar me gusta llevar en mi equipaje, a parte de la guía de turno, a un libro vinculado profundamente con el lugar que voy a visitar. Esta página nueva es precisamente esto: un proyecto de viaje a través de los libros, aquellos en los que se puede encontrar las sensaciones que otros han tenido al pasar o al vivir en lugares con los que soñamos los viajeros. Me gustaría que eso se convirtiera en algo más que un proyecto personal: un punto de encuentro para todos aquellos que, sin levantarnos de nuestra butaca favorita, damos vueltas al mundo con una sola ayuda: la palabra.

Espero que os apuntéis a la experiencia y que me ayudéis a difundirla a través de vuestros blogs. Todas las colaboraciones y visitas serán bienvenidas. Si queréis poneros en contacto conmigo, aquí va la dirección: lavueltaalmundoen80libros@gmail.com

Un día sin móvil

Me acaban de pasar vía mail la convocatoria de huelga contra las tarifas abusivas de nuestras compañías de telefonía móvil: Movistar, Orange y Vodafone. Consiste en no utilizar el móvil más allá de lo estrictamente imprescindible durante la jornada de hoy, martes 6 de febrero. Y ya que estoy harta de pagar un facturón al final de cada mes, hoy apago el móvil, así que si queréis contaactar conmigo, llamarme al fijo. Espero sobrevivir...

Apagón mundial

¿Habéis apagado las luces ayer secundando el apagón - protesta?
Yo sí.
Dios, que cinco minutos tan largos. Nada mejor para saber lo mucho que dependemos de la electricidad. Ya sabéis: la luz, el ordenador, la radio/tele, la lavadora, la vitrocerámica... (es que acababa de llegar a casa y estaba hambrienta...). Ya podemos ir pensando qué haremos cuando tengamos que bajar otra vez a las cavernas...