miércoles, 12 de marzo de 2008

Sobre la calidad y sus consecuencias

Todos sabemos ya la situación catastrófica que vive la enseñanza en España. Es difícil negarla; las estadísticas y la realidad del día a día de los centros son muy claras al respecto. De lo que estamos ya un poco hartos es que la culpa de todo esto siempre nos la intentan echar a los profesores. Según muchas acciones que emprende la administración el problema de la enseñanza somos nosotros: el nivel es bajo porque los profesores son malos y encima no hacen nada. ¿Cómo si no interpretar la última invención de la Consejería de Educación de Andalucía, el ya famoso Plan de mejora de la calidad de la enseñanza?

A los que no están enterados del tema os diré que es un plan que vincula la mejora de los resultados de los centros con ciertos incentivos económicos para el profesorado. Los centros se comprometen a mejorar sus estadístícas en unos tantos por ciento, y según el cumplimiento de los objetivos propuestos, los profesores adscritos al plan recibirán ciertas recompensas económicas. A priori no suena tan mal, ¿verdad? Y sin embargo lo que oculta toda esta fachada de unos cuantos miles de euros es en realidad una corrupción; lo que nos dicen los políticos a los docentes es que les ayudemos a maquillar las estadísticas a cambio de dinero. O sea, que les pasemos la mano a nuestros alumnos, porque si no, no veremos ni un duro.

Lo más grave es que los incentivos del plan de calidad han absorbido aquellas subidas salariales que iban equiparar los sueldos del profesorado andaluz con el de los docentes del resto de España. Eso quiere decir que si un centro o algunos de sus profesores deciden no participar en el plan, sus sueldos quedan prácticamente congelados.

Al contrario de lo que piensan muchos, los profesores no somos ni vagos ni incompetentes, por lo menos en su mayoría. Yo lo veo todos los días en mi centro; hay días que algunos de nosotros prácticamente no salimos de allí, organizamos conciertos fuera y dentro del centro, hacemos ensayos extra, con algunos de los alumnos tenemos clases incluso los fines de semana en nuestras casas. Hacemos de sus profesores, psicólogos, orientadores, consejeros. Los hacemos porque creemos en nuestro trabajo, porque lo disfrutamos, porque sentimos que nuestros alumnos valoran nuestro esfuerzo. Y nos negamos absolutamente a bajar nuestro nivel de exigencia con los alumnos para que las estadísticas de los señores que ocupan los despachos donde se decide nuestro futuro laboral queden mejor. Aunque, paradójicamente, esto conlleve cobrar menos dinero por nuestro trabajo.

En mi centro el claustro de profesores, con una unanimidad sin precedentes, decidió no adherirse al plan de calidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Al contrario de lo que piensan muchos, los profesores no somos ni vagos ni incompetentes, por lo menos en su mayoría. Yo lo veo todos los días en mi centro; hay días que algunos de nosotros prácticamente no salimos de allí, organizamos conciertos fuera y dentro del centro, hacemos ensayos extra, con algunos de alumnos tenemos clases incluso los fines de semana en nuestras casas."

Este articulo deberia escribirse por alguien que NO tiene faltas de ortografia. Cuando dices "ensayos extra, CON ALGUNO DE LOS ALUMNOS!!!!!!!
Adivina quien ha escrito este comentario!!!
Ji Ji Ji Ji :-)

Martika dijo...

Entono mea culpa. Aunque estaría bien si mis alumnos cometieran tan pocos errores en mi lengua como yo lo hago en la suya... :P