Estaciones. Aeropuertos. No son nunca el destino definitivo, sino sólo el medio para llegar a otra parte. Lugares de paso. Ciudades de hormigón y acero que no duermen nunca, soportando pacientemente las mareas de pasajeros y de maletas que van y vienen en una danza inexplicable. Hay algo de tristeza fría en ellas, como si supieran que nadie las echa de menos. Como si supieran que nadie nunca se detendrá para contemplar su belleza secreta.
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2 comentarios:
Tiene perspectiva de pasajera, Marta. Para nosotros quienes somos responsables para las estaciones, hay una vista diferente. Una estacion o aeropuerto es un destino para las cienes o miles de personas que trabajan alli cada dia. Las estaciones si duermen, y se puede sentirlas despirtarse si se permanezca mientras el dia se calienta. Tambien se puede explicar los movimientos de tanta gente. Con el habito, se puede predecir los flujos de la muchedumbre y se puede reconocer los propositos de casi cualquier individuo.
La verdad es que me encantó tu comentario, Jay. Es cierto, mi perspectiva es de una pasajera...
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