Lo que más me gusta de Londres son sus parques. Me gustan también otras cosas: las librerías de viejo en Charing Cross Road, las puertas de colores de las zonas residenciales, los marcadillos llenos de colorido, el sentir el pulso de una gran ciudad, la tranquilidad de las noches en las calles que de día son casi intransitables... Pero cuando más me gusta Londres es en primavera, cuando se llena de flores y los árboles se cubren por fin de una fina pelusa verde, renaciendo una vez más. Porque Londres está lleno de parques, más grandes y más pequeños, de plazas cubiertas de césped y plazoletas en las que la gente se toma un respiro y algo de sol echándose en un prado verde, sentándose en cualquier sitio, sin importarles que alrededor la ciudad sigue en ebullición de calles, tiendas y miles de pies pisando el asfalto.
Bueno, y como no, Londres tiene también sus atardeceres...
Hoy me siento feliz.
3 comentarios:
Ahora entiendo por qué estás tan perdida. Menudo viaje, no? Qué envidia!! Viajar es, sin duda, uno de los grandes placeres de esta vida. Y fotografiar atardeceres mientras viajas, no tiene precio. Un beso enorme.
Ay....que hermoso!!! Un Londres apacible fuera de tanto bullicio
Bikos.
...Y esa forma que tiene de absorberte y engullirte suavemente, y de dejar que te pierdas en ella y no sentirte perdida, y de abrirte sus brazos como una madre para que te sientas como en casa...
Debería volver a Londres uno de estos días. Hace tiempo que me siento perdida.
Disfruta todo lo que puedas. Yo, desde aquí, te envidiaré tan sanamente como me sea posible.
;)
Publicar un comentario